A
veces me pregunto muchas cosas con respecto a nuestra actitud frente a
eso que llamamos *adversidad*, esas cosas que nos tiran para atrás y que
nos ponen a temblar, a dudar, a aflojar, y al final terminamos siendo
lo que nunca quisiéramos ser.
No
es fácil vivir en una sociedad que es tan fuerte con sus tendencias y
nosotros que tenemos rebeldía y vocación de ser mejores personas, nos
pegamos un golpazo en la frente cuando esa sociedad parece
gritarnos...*¡¡Así no!!, ¿no ves que te quedás afuera de todo?*. Y una
dualidad nos invade, por un lado la consciencia que nos concibió desde
que entramos en el vientre materno, limpios y puros, descontaminados y
prestos a vivir una vida que es la natural, la del ser nuevo que tiene
la enorme oportunidad de ser distinto. Por otro lado, las voces de la
sociedad que nos gritan con ecos, perturbando ese estado natural, los
moldes oxidados, el error heredado de quienes os han pro-creado y el
lastre de vidas anteriores que desconocemos. Nos influye todo, el
bombardeo es colosal, Mamá y Papá=si están=nos trasladan sus propios
errores, sus propias creencias, su molde...pobres padres que hacen lo
que pueden...porque no hay manuales de padres...
Y
crecemos inmersos en un molde, hecho por el hábil sistema que también
se ha comido a nuestros padres, los ha educado acordes a su ley, a sus
postulados, y crecemos como podemos, moldeados también por las
circunstancias de la vida y por el gen unigénito que traemos desde la
pureza de habitar un vientre, hasta que salimos a la luz...
Algunas
personas lograrán darle prioridad a ese gen primordial y puro, otros
caerán en la descomposición lógica de algo implantado y el ser, será lo
que elija ser, porque elegimos, y si pudiéramos nacer en el hogar ideal,
la elección no sería tan difícil. Maduramos, y somos lo que han forjado
en nostros mezclado con lo que hemos traído desde antes del útero
protector. Grandes dilemas de la vida..¿ser lo que soy o ser lo quieren
que sea?..El mal no afloja, se sabe vencedor en un mundo de ilusión
donde siempre ha reinado y donde muy pocos escapan a sus garras, a
esos..se los deja en paz porque contra ellos el mal nunca podrá, pero la
mayoría es el manjar a devorar y mientras hayan individuos
corrompidos...los que se escapan de las garras no importan porque son
muy pocos.
Tendríamos
que tratar de ser racionales si queremos defendernos, porque se nos
ataca a cada minuto en cada día de cada año de nuestras vidas, y
poseemos un arma que se equipara con la más letal de las armas creadas
por el mal; nuestra consciencia..
Creo
que eso que muchos consideran como una estupidez, es en verdad nuestro
mayor resguardo, y es el pensamiento individual y rebelde que se siente
motorizado por la consciencia, algo que debe oponerse indefectiblemente a
la consciencia que muchos llaman *colmena*. El pensamiento colectivo
suele obedecer a algo masivo, implantado para manejarnos como masa, como
sociedad y cuando el individuo piensa de manera individual escapa a las
redes que atrapan fácilmente al cardúmen, a la bandada, a la piara.
Pero
cuando hablo de individualidad no me refiero a el individualismo
egoísta que pretende ponerse en primera persona ante los demás. Me
refiero a una actitud mental que necesita cuestionar, dudar, salirse del
molde. Salir de las pautas convencionales que forman parte de un engaño
colectivo para que justamente, todos pensemos de la misma manera.
Ellos,
sean espíritus del mal o personas físicas, trabajan de una manera tal,
que suelen aglutinarse en ideales comunes, y así, terminamos
sub-dividiéndonos en grupos que a su vez, hacen al gran grupo, los
coptables, los manejables, el rebaño.
Ese es nuestro talón de Aquiles, masificarnos sea cual fuera el fin.
El
mal, a mi criterio, no tiene la capacidad de pensar individualmente
porque obedece a un mandato generalizado y si nosotros logramos romper
su esquema...vamos a evolucionar.
No
sólo son las reglas generalizadas del mal sino también los individuos
que a veces queriendo y otras sin querer, hacen a una realidad ficticia,
paralela y nociva que contamina finalmente a la gran mayoría.
Esas
personas que sin darse cuenta obran como autómatas, haciendo cosas que
no harían en un estado natural, son las típicas gentes que luego de
hacer el daño, se preguntan...¿pero...qué he hecho?.
Y
los hay de grandes maldades y de pequeñas astillas del mal, que sumadas
en la masificación trabajan para el molde, el combo, el engaño.
El
mal no tiene creatividad porque fué concebido como un aborto forzado,
la extinción de la naturaleza primordial para eligir un camino que no
obedecía al principio de su existencia.
El
mal trabaja con las imágenes mentales maliciosamente creadas para
someter a la razón pura y limpia que traemos antes de ver la luz. Si
lográramos trocar las imágenes mentales implantadas por las naturales,
podríamos descubrir la mágica conexión que tenemos, directa e
invulnerable con nuestra fuente de orígen, esa que no tiene nombre y que
nos hemos empeñado en nominar con palabras prefabricadas por el mal.
Por
naturaleza divina, ninguna madre le revienta la cabeza al recién
nacido, por más que esté atravesando el peor de los momentos, jamás el
semi-ahogado hundiría la cabeza del rescatista que le salva la vida,
nunca un hijo apuñalaría al padre que llega al hogar con el sustento que
alimenta sus entrañas, imposible sería que un ser que ilumina en la
obscuridad fuera asesinado para dejar de recibir su sabiduría.
Esa
es la naturaleza que traemos y que las circunstancias nos van trocando y
modificando por el imperio del mal. Una programación malévola y astuta
que se va apoderando de nuestra arma, la consciencia.
Muchas
personas son inducidas al fanatismo y llegan a creerse ser dueñas de la
verdad absoluta y salen a combatir como a enemigos a aniquilar en pos
de su causa, que en realidad es un molde.
¿Y
porqué no todas las personas logran salirse del molde?, pues porque no
han tenido la posibilidad de escuchar jamás otra voz, otra versión de lo
que ellos conciben como *realidad*.
Creo
que son muy pocas las oportunidades que la vida nos ofrece para abrir
los ojos a otras posibilidades, los medios de comunicación, la familia,
la sociedad, las religiones y las doctrinas hábiles, nos siguen
tironeando para que permanezcamos trabajando para el molde, y cuando una
luz se asoma, en lugar de tomarla la apagamos.
Abrir
los ojos, estar atentos, discernir, es algo que siempre recalco aquí, y
aunque pareciera algo fácil, yo sé que cuesta horrores, el molde está
muy arraigado y podemos ver el ruin resultado de la humanidad que
tenemos.
Pero
si hasta a veces cuesta hablar de cosas que el molde transmuta para su
propio beneficio, y los coptados y extraviados sacan a relucir pero para
sepultar el míniomo atizbo de luz, y la manada...sigue comiendo el
pasto y se deja esquilar..
Se
corre el riesgo de que intentando dar una palabra que despierte, la
masa vaya en sentido contrario y se le dé un mazazo al recién nacido, o
se ahogue al rescatista.
Es
una labor durísima tratar de compartir lo que se tenga como tesoro y a
veces el individuo se encierra hastiado en la incomprensión, se aisla y
el molde termina haciendo su hábil trabajo.
¿Seremos capaces de romper los esquemas?
¿Las programaciones?
Es
un interrogante que nadie conoce mas que el Supremo, y a veces me
lamento de saber que ante tantas luces que llegan, preferimos aprender
por el plan B, es decir que si no somos capaces de reaccionar por
nosotros mismos, el órden inteligente nos va a sacudir por la vía que
nadie quisiera experimentar.
Excelente
comienzo de semana para ustedes, amigos y detractores, adherentes y
excluyentes, todos son para mí seres humanos dignos de las mismas
posibilidades.
Cada quien elige el camino para andar, yo ya elegí el mío.
Gilgamesh***
FUENTE: http://tiemposllegados.blogspot.mx
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