En silencio total, 20 mil indígenas zapatistas marcharon tomando cuatro ciudades
Sin proferir ni una sola consigna, sin gritar vivas ni mueras para nadie, en absoluto y respetuoso silencio, tan solo musitando palabras de amor para los seres queridos que les acompañaban, entre ellos niños cargados en las espaldas, aproximadamente 20.000 indígenas zapatistas bajaron desde las montañas, el día en que se cumplía la profecía maya, ingresando pacíficamente a varias ciudades del Estado de Chiapas. Con su silencio, los humildes vuelven a exigir democracia, libertad y justicia. El subcomandante insurgente Marcos emitió un comunicado preguntando a los que siempre abusan del poder cuando se lo usurpan al pueblo: ¿Escucharon?© Redacción Sol de Pando
Durante la jornada del 21 de diciembre, en silencio total, mojados por una lluvia que parecía bautizarles como los mensajeros de la nueva era, con vestimenta indígena y su tradicional pasamontañas, aproximadamente 20 mil indígenas zapatistas de las etnias tzotzil, tzeltal, tojolabal y choles, caminaron bajo la lluvia por las calles de Palenque, Las Margaritas, Ocosingo, Altamirano y San Cristóbal de Las Casas. Fue en cuatro de estos cinco municipios donde los insurgentes zapatistas hicieron su aparición por primera vez en la historia, alzando sus armas que aspiraban a “ser innecesarias”, el 1 de enero de 1994.
Desde las primeras horas de este viernes y de manera simultánea, bajo una lluvia cálida, los más de 20 mil rebeldes zapatistas se concentraron en la periferia de los cinco municipios para luego marchar en completo silencio por las calles encharcadas hasta llegar a las respectivas plazas públicas y mostrar que el EZLN está vivo.
Al frente de los contingentes, los indígenas portaban la bandera de México y la insignia de cinco estrellas con las siglas del EZLN.
Resaltaba entre los caminantes, hombres y mujeres de todas las edades, el pasamontañas seriado. Cada uno traía un número, para marcar el contingente y la comunidad de la que provenían.
Coincidiendo con el 13 Baktun, fin del último ciclo de poco más de 5 mil años del calendario maya y del solsticio de invierno celebrado ayer, 21 de diciembre, las bases de apoyo zapatistas tomaron simbólicamente las ciudades que en 1997, durante el conflicto armado, situaron con las fuerzas rebeldes.
Sin embargo, en esta ocasión, a un día de recordarse el 15 aniversario luctuoso de la masacre de Acteal, los encapuchados se congregaron silenciosamente, partiendo desde temprana hora de sus comunidades (caracoles) en vehículos de carga para reunirse en San Cristóbal de las Casas, Las Margaritas, Comitán de Domínguez y Altamirano.
La muchedumbre que abarrotó en conjunto las plazas centrales de esas comunas alcanzó los 40 mil participantes. Tan solo en la ciudad colonial de San Cristóbal se calculó la asistencia de más de 20 mil indígenas, en Comitán 8 mil, y en Altamirano y Las Margaritas 5 mil cada una.
Antes de esta, la última aparición multitudinaria de los zapatistas se produjo en mayo del 2011, cuando el EZLN se movilizó respondiendo a una convocatoria del poeta Javier Sicilia para exigir al gobierno de Calderón cese la violencia generada por el narcotráfico y la corrupción pública. En marzo de ese año un hijo del poeta había sido asesinado junto a otras seis víctimas inocentes.
La memoria del 1 de enero de 1994
Los indígenas zapatistas, provenientes de los municipios de los Altos de Chiapas, formaron caracoles durante su marcha para mostrar sus raíces mayas, manifestándose en las cuatro ciudades en las que aparecieron el 1 de enero de 1994.
En Ocosingo, unos siete mil
indígenas de las etnias tzeltal y tojolabal también se manifestaron con
las mismas características de sus compañeros de la zona
Altos.
En ese lugar la marcha tiene especial significado, pues a unos diez kilómetros de la cabecera municipal está el gran conjunto piramidal de Toniná, en donde reina el dios Tzotzchoj, el “señor de las tinieblas”.
Además, fue Ocosingo en donde se registraron los más violentos enfrentamientos entre el EZLN y el Ejército Mexicano del 3 al 11 de enero, fecha en la que el gobierno federal declaró unilateralmente el cese al fuego.
Otros escenarios significativos por donde marcharon fueron Palenque y Las Margaritas; uno, porque allí también celebraron en las orillas del conjunto piramidal de Palenque el inicio de una nueva era maya, y el otro porque allí está asentada la sede de la comandancia general del EZLN, en la comunidad “La Realidad”.
En ese lugar la marcha tiene especial significado, pues a unos diez kilómetros de la cabecera municipal está el gran conjunto piramidal de Toniná, en donde reina el dios Tzotzchoj, el “señor de las tinieblas”.
Además, fue Ocosingo en donde se registraron los más violentos enfrentamientos entre el EZLN y el Ejército Mexicano del 3 al 11 de enero, fecha en la que el gobierno federal declaró unilateralmente el cese al fuego.
Otros escenarios significativos por donde marcharon fueron Palenque y Las Margaritas; uno, porque allí también celebraron en las orillas del conjunto piramidal de Palenque el inicio de una nueva era maya, y el otro porque allí está asentada la sede de la comandancia general del EZLN, en la comunidad “La Realidad”.
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